sábado, 13 de agosto de 2011

En la Riviera Maya



Como algunos ya sabéis hace dos semanas que volvimos de la primera tanda de vacaciones y del viaje caribeño a México. La primera mitad del año nos ha cansado bastante y nada mejor que arena blanca y fina y mares color turquesa, así que decidimos darnos un lujo y nos fuimos a la Riviera Maya una semana.
El hotel elegido fue el Bahía Príncipe Coba, que forma parte de un resort con dos hoteles más (Tulum y Akumal), de los que puedes utilizar todos sus servicios. El resort y las habitaciones en general es muy chulo, con un montón de piscinas, bares y jardines, dónde te puedes encontrar a animales exóticos como mapaches, iguanas o ardillas vagando libremente. De lo tres hoteles el Coba es el que no tiene playa, pero quizás es el que tiene las instalaciones más modernas y amplias, el Tulum tiene una playa con muchas piedras, aunque quizás por eso la playa es muy tranquila, y el Akumal tiene una playa fenomenal, pero claro, allí es dónde va toda la gente del resort y por lo tanto está a tope. En cuanto a la comida y a la barra libre del hotel están bastante bien sin llegar a muy bien.
Aunque en el hotel ya hay playa y toda la comida y bebida que podías querer, en toda la zona del Yucatán hay muchas muchas cosas que se pueden hacer y ver, así que os contaré las excursiones que hicimos, aunque ya os digo hay muchas cosas que no nos dio tiempo a hacer.
Después de pasar el primer día por el hotel, el segundo decidimos ir a la playa de Akumal, a tan solo 8 kilómetros del hotel. Para ir allí cogimos una van o colectivo, que son furgonetas que pasan por la carretera y que constituye el transporte público de la zona. En serio, no es nada peligroso moverse por allí de esta forma (dicho por el propio personal del hotel), y te proporciona una forma barata de conocer muchos de los sitios que hay por allí y que merece la pena. Bien, la playa de Akumal es una playa pública, con poca gente y con un poderoso aliciente: las tortugas. Haciendo snorkel a pocos metros de la orilla puedes encontrarte con tortugas marinas, además de otros animales como rayas. Para mí esta fue una de las mejores experiencias del viaje, y encima gratis :)
Al siguiente día nos tocaba la excursión más lejana que hicimos: Chichén Itza. Las excursiones del hotel son bastante caras, así que este viaje lo contratamos con una agencia de Playa del Carmen llamada InfoCenters. Chichén Itza fue la ciudad más importante de los mayas hace más de mil años y nos encontramos con un gran complejo arquitectónico dónde destaca sobretodo la pirámide de Kukulcan. A la vuelta paramos en el cenote de Ikkil. En el Yucatán parece que la mayoría de los ríos transcurren de forma subterránea , y los cenotes son como grandes pozos de agua que acceden a esos ríos. Después de recorrer las ruinas mayas con el sol pegando fuerte, es estupendo bañarse en las refrescantes aguas del cenote.El cuarto día hicimos otra excursión, esta por nuestra cuenta. El destino fue las ruinas mayas de Tulum. Tulum fue otra ciudad maya, aunque ya de la época de la decadencia maya. Por lo tanto no es tan majestuosa como Chichén Itza, pero tiene su encanto al estar al lado de la playa. Después de esta visita nos fuimos andando a una playa que está a 10-15 minutos andando de las ruinas. No nos quedó claro si se llamaba playa Paraiso o Santa Fe, el caso es que como en el caso de la playa Akumal, en estas playas dónde no hay hoteles es dónde quizás mejor se está. Vale que no hay tumbonas ni cócteles, pero es que sin gente, con unas arenas tan finas y un agua tan limpia no se puede estar mejor. Allí te olvidas por completo del resto del mundo. En esta playa hay unos puestecitos que corresponden a una compañía que realiza visitas guiadas al arrecife de coral mesoamericano, que es el segundo más grande del mundo. Contratamos sus servicios y nos fuimos a hacer snorkel con ellos, mostrándonos los corales y la biodiversidad marina del arrecife... muy recomendable.
El sexto día, nos fuimos a Cancún, en una especie de intercambio de hoteles entre el Bahía Príncipe y el Riu Cancún. Cancún es una especie de Benidorm, hecha para el ocio y la juerga de los norteamericanos. El sitio ideal para irte de fiesta con los amigos. Además de esto, lo mejor de Cancún son sus playas y la tonalidad de azules de sus aguas.
Qué pena que sólo fueran siete días, nos faltaron muchos más para visitar más ruinas mayas, descubrir más cenotes, disfrutar de alguno de los parques acuáticos, buscar más tortugas y peces de colores, o como no, probar más cócteles.....

1 comentario:

Cristian dijo...

Mexico tiene cientos de destinos para visitar y sorprenderse. Mis preferidos son Cancun y Playas del Carmen, por sus playas sobre todo. Los hoteles en playa
del carmen
y Cancun suelen contar con vistas hermosas, que uno tiene la posibilidad de disfrutar cada día que se despierta